La importancia de posicionarse ante los
nuevos retos para la Empresa Sostenible
Actualmente estamos viviendo un momento de cambios en la gestión de las empresas. La gestión sostenible se está imponiendo en las empresas y no podemos quedarnos atrás ante este reto.
Es de gran importancia posicionarse ante este nuevo desafío para que una empresa/organización pueda mantenerse y prosperar a largo plazo, especialmente en un entorno empresarial en constante cambio.
La sostenibilidad empresarial implica no solo la gestión adecuada de recursos y prácticas éticas, sino también la capacidad de adaptarse y enfrentar los desafíos emergentes, de manera que hacemos a nuestra empresa resiliente ante nuevos cambios y situaciones inesperadas e inciertas.
Por una parte, las nuevas normativas y regulaciones nos empujan a incluir criterios de sostenibilidad (sociales, de gobernanza y ambientales) en las operaciones y decisiones.
Por otra parte, la, conciencia medioambiental, cada día más creciente en los consumidores y en la sociedad en general, nos obligan a desarrollar nuestros productos y servicios con criterios de sostenibilidad.
Es por todo ello que debemos ponernos manos a la obra y comenzar a trabajar en la sostenibilidad de nuestra organización. Para ello, necesitamos saber donde nos encontramos, pues si no sabemos dónde estamos, difícilmente podremos mejorar.
En este sentido podemos realizar un diagnóstico en el que analizaremos nuestros temas materiales, es decir, aquellos temas que son relevantes para nuestra empresa tanto en la vertiente social, de gobernanza y medioambiental, analizando diversos temas, como, por ejemplo:
Temas de reputación y responsabilidad social, que atraen a los consumidores y empleados conscientes de la necesidad de abordar retos sociales y medioambientales, posicionándonos ventajosamente frente a otros consumidores.
Temas de eficiencia, en los que las empresas puedan identificar mejoras de eficiencia operativas, tales como la adopción de tecnologías más eficientes, la optimización de procesos y la reducción de consumos y residuos/vertidos, que pueden suponer ahorros y aumentos de la rentabilidad.
La innovación y la competitividad forman parte de las empresas/organizaciones sostenibles, pues éstas pueden obtener ventajas competitivas al ofrecer a sus clientes productos y servicios innovadores que respondan a demandas cambiantes en el mercado y que presentan un compromiso y garantía que supone ser una empresa sostenible.
Otros temas muy relevantes que hay que gestionar son el cumplimiento normativo, puesto que las regulaciones están desarrollándose de forma rápida y profusa, y debemos anticiparnos para cumplir con dichas regulaciones antes de que sean obligatorias.
También debemos trabajar en las de cadenas de suministro sostenibles, de manera que podamos fortalecer las relaciones con proveedores sostenibles para reducir riesgos en las cadenas de suministro. Una buena estrategia es trasladar a nuestros proveedores nuestros compromisos y estrategias sostenibles para que ellos las conozcan y las puedan aplicar. También podemos ir más allá y realizar una evaluación a nuestros proveedores, aplicando criterios sostenibles y seleccionando aquellos que cumplen nuestros criterios como nuestros socios en la cadena de valor sostenible de la organización.
Y, por último, non debemos olvidarnos que cada día más los inversores y accionistas de una organización están mostrando un interés creciente en aquellas empresas más sostenibles, por lo que, si logramos ser una empresa comprometida con la sostenibilidad, podremos lograr acceso a una mejor financiación. Tal es el caso de los préstamos a empresas, que están bonificados a las empresas que se posicionan en la sostenibilidad, por ejemplo, las empresas que calculan su huella de carbono. Y, por otra parte, estas empresas comprometidas con la sostenibilidad atraen a inversiones e inversores responsables generando nuevas oportunidades de negocio.
En resumen, posicionarse ante los nuevos retos en el ámbito de la sostenibilidad no solo es necesario para la supervivencia a largo plazo de una empresa, sino que también ofrece oportunidades significativas para el crecimiento, la innovación y la construcción de relaciones sólidas con clientes, inversores y otros grupos de interés con los que actúa nuestra organización, contribuyendo al bienestar de la sociedad y del medioambiente.